En nuestros edificios, los roedores dañan las puertas, los pisos, los techos y las paredes como resultado de su actividad de roer. También muerden los ductos de los servicios públicos y los cables eléctricos que dan por resultados explosiones, inundaciones en interiores, incendios, mal funcionamiento de equipos y escasez de corriente eléctrica, fallas de los sistemas de computación al momento de roerlas, anidar o excretar dentro de las computadoras y otros equipos altamente sensibles.

El cuidado de la salud y el medio ambiente son los aspectos principales a considerar, para desarrollar tareas efectivas de control de roedores con profesionales calificados.

Para conseguir resultados satisfactorios en los métodos y técnicas de control, se debe tener en consideración la complejidad de la conducta de los roedores derivada esta de la aversión a lo desconocido, un sentido del olfato muy desarrollado y un paladar muy refinado por lo que dificulta la determinación del rodenticida adecuado a utilizar en cada caso, otro factor no menos importante es la limpieza y sanitización  ya que aquí fundamentamos la prevención impidiendo con esto que los roedores penetren, vivan o proliferen en las instalaciones utilizadas por el hombre.

El control de roedores muestra en la actualidad, como tendencia claramente definida la desaparición del uso abusivo e indiscriminado de raticidas y el aumento de la aceptación del método manejo integrado de plagas (MIP), definido como un sistema que, realizando un análisis evaluativo entre la población de la plaga y su relación con el medio ambiente, utiliza acciones preventivas, métodos químicos, físicos y biológicos disponibles para mantenerlos en niveles inferiores a aquellos que perjudiquen la salud y la economía del hombre.