Temidas por su voracidad, las termitas se han ganado su mala reputación a base de comer madera, aunque la creencia común es otra, las termitas no comen madera, no pueden digerir la celulosa, pero su sistema digestivo altamente especializado le permite alimentarse solamente de materiales hechos de celulosa, para poder digerir este compuesto algunas especies de termitas poseen unos microorganismos (bacterias o protozoos flagelados, dependiendo de la especie) en el interior de su tubo digestivo, así que las termitas lo que realmente comen son algunos de sus nutrientes después de que los protozoos que vive en simbiosis con ellas degraden el material. Es por ello que el alimento predilecto de las termitas es la madera, ya que contiene un 50% de este elemento. Cualquier material hecho de madera, como los paneles de DM o de aglomerado, también puede ser devorado por estos insectos.
En el caso de las termitas con protozoos flagelados, la digestión de la celulosa acaba generando lo que se conoce como alimento proctodeal.
El alimento proctodeal sale de la termita por el ano, igual que los excrementos, pero sin mezclarse, y constituye una importante fuente de alimento para la colonia. Además de ser una importante fuente de nutrientes, el alimento proctodeal también entrega nuevos simbiontes
a las termitas que se alimenten de él y no poseen protozoos en su tubo digestivo (las larvas nacen sin protozoos).
Otro tipo de alimento es el alimento estomodeal, producido por las glándulas salivales de las obreras o las larvas. En períodos de escasez de proteínas, las termitas también pueden alimentarse de las termitas heridas o enfermas de la colonia (canibalismo), de termitas muertas (necrofagia) o de los huevos puestos por la termita reina (oofagia), que en todos los casos son elementos con un alto contenido en proteínas. Además, existen algunas especies de termitas que se alimentan principalmente de hongos que ellas mismas cultivan en el interior de los termiteros.
Lejos de considerar el hábito alimenticio de comer madera como negativo, los expertos ven en la capacidad de las termitas para comer madera un uso beneficioso para el medio ambiente.
“Las termitas son una especie de organismos con una gran capacidad de degradar la madera y, por ello, son importantes para la circulación del carbono en el medio ambiente y como fuentes de potenciales catalizadores que conviertan la madera en biocombustible”.
Las termitas desempeñan un papel “relevante” en la renovación de los ecosistemas, pues propician la creación de biomasa a partir de plantas muertas, aquellas a las que esos insectos han hincado el diente. “La degradación y circulación medioambiental es un aspecto clave en cualquier ecosistema saludable”.
