Por si no lo sabías, estos insectos pueden llegar a atacar si se sienten amenazados, causando diferentes reacciones en la persona afectada, algunas de las cuales resultan más graves que otras.
Como sabrás, existen diferentes especies de hormigas, todas ellas con pequeñas mandíbulas que pueden utilizar para morderte. Sin embargo, la picadura de hormigas que más tiende a presentarse es aquella ocasionada por las hormigas de fuego, también llamadas hormigas rojas. Estas pequeñas se sujetan a la piel con ayuda de sus mandíbulas e inyectan un veneno que produce inflamación y enrojecimiento de la piel, además de una intensa comezón.
Normalmente, una vez que la plaga ha atacado, se forma inmediatamente una roncha roja sobre la piel, seguida de una ampolla, cuyo líquido se torna turbio, la cual produce inflamación, ardor o picor. Saber si has sido picado por una hormiga de fuego no es realmente tan difícil, ya que suelen quedarse adheridos a la piel con sus mandíbulas, y eres tú quien debe tomarse el esfuerzo de quitarlos.
Si tú o alguien de tu familia ha sido víctima de una picadura de hormigas, es importante que tomes acción en el momento, sobre todo si se trata de niños pequeños, para que puedas tratar las heridas y disminuir el malestar que estas te puedan causar.
- Mantén elevada la zona afectada para ayudar a reducir la inflamación.
- Lava la herida con agua y jabón, teniendo cuidado y procurando retirar toda la suciedad cerca de la zona afectada. De esta manera evitarás una infección.
- Aplica una compresa fría sobre la picadura, o también coloca hielo en la zona afectada, así reducirás la hinchazón y aliviarás el picor.
- Toma algún antihistamínico o aplicarte alguna crema de hidrocortisona para minimizar el dolor y la comezón.
- Evita rascarte o reventar las ampollas, ya que podrían infectarse. Para saber si esto ha ocurrido, verifica si el área se ha vuelto descolorida o si ha comenzado a secretar pus. De ser el caso, acude a tu médico más cercano.
